vítreos

Los vítreos (vítreos) son estructuras o sustancias de aspecto gelatinoso que, en el ámbito médico, se refieren principalmente al humor vítreo del ojo. En cada ojo se halla un cuerpo víreo claro y avascular que llena la cavidad entre el cristalino y la retina, desempeñando funciones estructurales y ópticas importantes.

Anatomía y composición

El humor vítreo es un gel compuesto principalmente de agua (alrededor del 98–99%), con una red de colágenos y ácido hialurónico que le confiere su consistencia. Contiene pocas células, entre ellas hialocitos, y carece de vasos sanguíneos. Su transparencia y su índice de refracción contribuyen a la calidad de la visión y a la estabilidad de la retina.

Desarrollo y envejecimiento

El vítreo se forma durante el desarrollo embrionario a partir del cuerpo víreo primario. Con la edad, el gel puede perder parte de su estructura y volverse más líquido, proceso conocido como degeneración vítrea o sinéresis. Este cambio puede provocar coalescencia de opacidades y, en algunos casos, desprendimiento posterior de vítreo.

Funciones y patología

Entre sus funciones se incluyen mantener la forma del globo ocular, aportar soporte mecánico a la retina y facilitar la transmisión de la luz. Las alteraciones del vítreo, como el desprendimiento posterior, la degeneración vítrea o el sangrado víreo, pueden dar lugar a flotadores, metamorfopsias o complicaciones retinianas.

Diagnóstico y tratamiento

El estado de los vítreos se evalúa mediante exploraciones oftalmológicas, ultrasonido ocular y, cuando corresponde, tomografía de coherencia óptica (OCT). En casos sintomáticos o lesionantes, se pueden realizar intervenciones como vitrectomía o tratamiento farmacológico para facilitar la vitreólisis, según la condición clínica.