consistencia

Consistencia es la cualidad de ser consistente: mantener una coherencia, estabilidad o uniformidad en un objeto, argumento, proceso o sistema. En el uso cotidiano, se aplica tanto a la textura de sustancias (la consistencia de una salsa o crema) como a la fiabilidad o previsibilidad de una acción o plan.

En lógica y filosofía, la consistencia describe la ausencia de contradicciones dentro de un conjunto de enunciados. Un sistema es consistente si no deriva ni una fórmula ni su negación. La consistencia no garantiza la completitud de un sistema, pero evita contradicciones.

En matemáticas y estadística, la consistencia se refiere a propiedades de estimadores o de procedimientos. Un estimador es consistente si converge al valor verdadero a medida que aumenta el tamaño de la muestra. En psicometría, la consistencia interna de un cuestionario se evalúa, entre otros índices, con el alpha de Cronbach.

En informática y ciencia de datos, la consistencia de datos es una propiedad de sistemas distribuidos: todas las copias deben reflejar la misma información. Esto contrasta con la consistencia eventual y con las consideraciones del teorema CAP, que describe compromisos entre consistencia, disponibilidad y particiones.

En ingeniería de materiales y gastronomía, la consistencia describe propiedades de viscosidad, densidad y firmeza: una crema puede ser cremosa y espesa, un gel puede ser rígido o suave, según las condiciones físicas y químicas.

En narrativa y comunicación, la consistencia también se valora como coherencia del comportamiento de una persona o de un personaje, de un discurso o de una marca, para evitar contradicciones y mantener una identidad clara.