semiactiva

Semiactiva es un término utilizado en ingeniería para describir sistemas que combinan elementos pasivos con actuadores controlados, de modo que su respuesta dinámico puede ajustarse en tiempo real sin suministrar energía continua para forzar el movimiento del sistema. En estas configuraciones, la energía aportada por el actuador es menor que la energía disipada o almacenada, lo que distingue a los sistemas semiactivos de los sistemas pasivos y, en general, de los sistemas activos.

Las características clave de los sistemas semiactivos incluyen la capacidad de modificar atributos como la amortiguación, la rigidez o la fuerza de fricción mediante actuadores controlados, mientras se mantiene una limitación de potencia. El control suele basarse en sensores y algoritmos que ajustan el estado del actuador en respuesta a las condiciones dinámicas, buscando mejorar la estabilidad, la comodidad o la seguridad sin la complejidad y el consumo de los sistemas activos.

Aplicaciones: los sistemas semiactivos se emplean ampliamente en suspensiones de automóviles (amortiguadores controllables), en control de vibraciones de estructuras y en dispositivos de aislamiento sísmico, así como en ciertos sistemas aeroespaciales y mecánicos donde es deseable un compromiso entre rendimiento y consumo energético. Los sensores, interfaces de control y materiales modificables, como fluidos ferrofluídicos o fluidos electrorreológicos, facilitan estas soluciones.

Ventajas y limitaciones: las soluciones semiactivas ofrecen mayor eficiencia energética, mejor seguridad y menor riesgo frente a fallos catastróficos en comparación con sistemas activos, a costa de un rango de control menor y una complejidad de control mayor que los sistemas puramente pasivos. Su adopción depende de los requisitos de rendimiento, tamaño y costo.