prefabricadas

Las prefabricadas, o construcciones prefabricadas, son aquellas en las que la mayor parte de los elementos o módulos se fabrica en una planta y luego se transportan al sitio para su ensamblaje. Este enfoque busca mayor control de calidad, reducción de plazos y menor desperdicio en comparación con la construcción tradicional, que fabrica y monta mayor parte de los elementos en obra.

Modalidades: paneles y muros prefabricados, estructuras modulares y sistemas basados en contenedores o unidades habitables. También existen soluciones híbridas que combinan elementos prefabricados con obra in situ. El montaje incluye la conexión estructural, las instalaciones y los acabados, que se completan una vez instalados los módulos.

Ventajas: reducción de tiempos, costos previsibles, mejor calidad en fábrica, menor generación de residuos y, a menudo, mejor desempeño energético. Desventajas: diseño limitado por dimensiones de transporte, mayores costes logísticos en algunos casos, necesidad de precisión en la logística y dependencia de proveedores de fábrica.

Historia: la prefabricación moderna se desarrolló en el siglo XX, ganando terreno tras la Segunda Guerra Mundial y con la adopción de sistemas modulares. En la actualidad se utiliza junto a procesos digitales como BIM para planificar y optimizar la producción y el montaje.

Aplicaciones y sostenibilidad: se emplea en vivienda social, edificios educativos y sanitarios, centros comerciales y soluciones de emergencia o temporales. Ambientalmente, la prefabricación puede reducir residuos y mejorar la eficiencia energética, siempre que exista una gestión adecuada de la cadena de suministro y que la normativa local lo permita.