peligrosidad

La peligrosidad es un concepto utilizado en criminología y psicología forense para referirse a la probabilidad de que una persona cometa actos violentos o cause daño en el futuro. No se considera una cualidad fija de la persona, sino un constructo dinámico influenciado por factores individuales, situacionales y temporales. Su estimación busca orientar decisiones de seguridad, tratamiento y supervisión.

La evaluación de peligrosidad suele distinguir entre factores estáticos y dinámicos. Los estáticos reúnen antecedentes históricos, edad de inicio de la conducta violenta, tipo de delitos y otros rasgos que no cambian rápidamente. Los dinámicos abarcan variables actuales o susceptibles de modificarse, como consumo de sustancias, impulsividad, entorno social, adherencia a tratamiento y apoyo social. En la práctica se habla de peligrosidad clínica cuando se refiere a riesgos que varían con las condiciones presentes y de peligrosidad estática cuando se apoyan principalmente en antecedentes históricos.

Existen herramientas estandarizadas de evaluación de riesgo de violencia, como el HCR-20, el PCL-R y el VRAG, que combinan factores históricos, clínicos y de gestión para generar una estimación del riesgo. Estas herramientas se utilizan en sistemas penitenciarios, tribunales y programas de tratamiento para decisiones sobre libertad condicional, vigilancia o intensificación de intervención. Sus puntuaciones deben interpretarse con cautela y complementarse con planes de manejo y seguimiento.

Entre las críticas se señalan la posibilidad de estigmatización, la fiabilidad variable de las predicciones y sesgos culturales. Por ello, la evaluación de peligrosidad debe ser continua, revisable y orientada a reducir el riesgo mediante intervenciones terapéuticas, supervisión y apoyo social, más que a etiquetar de forma definitiva a la persona.