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mantenibilidad

La mantenibilidad, o mantenibilidad de un sistema, es la capacidad de permitir que un sistema sea modificado para corregir fallos, mejorar prestaciones o adaptar su comportamiento a un contexto cambiante, con un esfuerzo, tiempo y coste razonables. Es una de las características de calidad del software y de los sistemas técnicos, y está contemplada en marcos como ISO/IEC 25010, donde se considera como una propiedad del producto que facilita su evolución a lo largo del ciclo de vida.

En software, la mantenibilidad abarca atributos como la analizabilidad, la modificabilidad, la testabilidad y la adaptabilidad

Factores que influyen incluyen el diseño modular y las interfaces bien definidas, la cohesión y el acoplamiento

Medición y evaluación: se emplean métricas como la complejidad ciclomática, el acoplamiento y la cohesión, la

La mantenibilidad es especialmente crucial en software, servicios y sistemas embebidos, donde los cambios deben introducirse

ante
cambios.
Un
sistema
mantenible
facilita
entender
su
funcionamiento,
localizar
y
corregir
defectos,
cambiar
funcionalidades
y
verificar
que
los
cambios
no
introduzcan
fallos,
con
pruebas
automatizadas
y
procesos
repetibles.
adecuados,
la
claridad
de
la
documentación
y
de
los
comentarios,
la
consistencia
en
las
normas
de
codificación,
el
uso
de
pruebas
automatizadas,
herramientas
de
análisis
estático
y
procesos
de
integración
continua.
Un
entorno
que
favorece
la
mantenibilidad
reduce
el
tiempo
para
realizar
modificaciones
y
facilita
el
diagnóstico
de
problemas.
cobertura
de
pruebas
y,
a
veces,
índices
de
mantenibilidad.
Estas
métricas
sirven
para
priorizar
refactorización
y
planificar
tareas
de
mantenimiento,
reduciendo
así
el
coste
total
de
propiedad.
con
rapidez
y
fiabilidad.
Una
estrategia
de
diseño
para
mantenibilidad
favorece
la
sostenibilidad
y
la
longevidad
del
sistema.