laparoscópicas

La cirugía laparoscópica, a menudo descrita como laparoscópica, es un conjunto de técnicas quirúrgicas que emplean una cámara y herramientas introducidas por pequeñas incisiones en la pared abdominal o pélvica, con insuflación de dióxido de carbono para crear un espacio de trabajo.

Desarrollo e historia: La laparoscopia moderna se desarrolló durante las últimas décadas del siglo XX, con hitos en la década de 1980 y una amplia adopción en los años 1990.

Procedimiento y equipo: Se utiliza un laparoscopio, que transmite imágenes en una pantalla, y portacos/trocar, que permiten la introducción de instrumentos. Alrededor de tres a cuatro incisiones pequeñas son comunes. El CO2 eleva la cavidad para mejorar la visibilidad.

Indicación y ejemplos: Se aplica en cirugía general (colecistectomía, apendicectomía, reparación de hernia hiatal y hernia inguinal), en cirugía colorrectal, y en cirugía ginecológica (miomectomía, ooforectomía, ligadura de trompas), entre otros.

Ventajas y riesgos: Menor dolor posoperatorio, menor pérdida de sangre, estancias hospitalarias más cortas y recuperación más rápida frente a cirugía abierta; entre riesgos están lesiones a órganos, complicaciones por insuflación, hernias en portales y necesidad de convertir a cirugía abierta en algunos casos.

Limitaciones y formación: No siempre es adecuada, por obesidad extrema, adherencias extensas o enfermedad cardíaca; la curva de aprendizaje exige capacitación y supervisión. La tecnología evoluciona hacia la laparoscopia asistida por robot.

Impacto y futuro: Es un pilar de la cirugía mínimamente invasiva; la evidencia apoya resultados equivalentes o mejores en ciertas intervenciones, con beneficios para el paciente.