Home

invasoras

Las especies invasoras, o invasoras, son especies no nativas de un ecosistema que, una vez introducidas, logran establecerse y proliferar, llegando a causar daños ambientales, económicos o a la salud humana. A diferencia de las especies nativas o de las introducidas que no se expanden, las invasoras tienden a desplazar a la biota local, alterar comunidades y procesos ecológicos, y reducir la biodiversidad.

Las vías de introducción incluyen el comercio internacional y el transporte, liberaciones voluntarias, usos ornamentales o

Los impactos abarcan cambios en la estructura de las comunidades, competencia desleal con especies nativas, predación

Las estrategias de manejo buscan prevenir, detectar y responder de forma temprana, y controlar o erradicar

agrícolas,
y
movimientos
de
mercancías
que
transportan
organismos
a
nuevos
hábitats.
Una
vez
presentes,
estas
especies
pueden
propagarse
gracias
a
la
adaptabilidad,
la
ausencia
de
depredadores
naturales
o
la
alta
tasa
de
reproducción.
sobre
especies
autóctonas,
alteración
de
servicios
ecosistémicos
(calidad
del
agua,
suelo,
polinización)
y,
en
algunos
casos,
riesgos
para
la
salud
humana
o
la
economía
(daños
a
cultivos,
infraestructuras,
pesca).
Ejemplos
clásicos
incluyen
el
jacinto
de
agua
(Eichhornia
crassipes),
el
mejillón
cebra
(Dreissena
polymorpha)
en
sistemas
lacustres,
la
cane
toad
o
sapo
cururu
(Rhinella
marina)
en
Australia,
y
la
kudzu
(Pueraria
montana
var.
lobata)
en
el
sureste
de
Estados
Unidos.
poblaciones
mediante
enfoques
combinados:
manejo
mecánico,
control
químico,
liberación
de
depredadores
o
competidores,
y
rehabilitación
de
hábitats.
La
gestión
efectiva
se
apoya
en
la
vigilancia,
la
ciencia
ciudadana
y
marcos
legales
nacionales
e
internacionales,
como
la
Convención
sobre
la
Diversidad
Biológica
y
normativas
de
bioseguridad
y
comercio.
La
prevención
y
la
restauración
de
ecosistemas
son
claves
para
reducir
la
incidencia
y
el
impacto
de
las
invasoras.