interjección

La interjección es una palabra o expresión que expresa una emoción, un sentimiento o una reacción del hablante, y que suele funcionar de forma independiente dentro de la oración. A diferencia de otras palabras, no forma parte de la estructura sintáctica central (sujeto, verbo, complemento) y su función principal es comunicativa.

En la gramática hispana, las interjecciones se agrupan con frecuencia en categorías como expresivas y de atención. Las expresivas expresan emociones como sorpresa, dolor, alegría o alivio; las de atención buscan llamar la atención del interlocutor. Ejemplos comunes son: ¡ay!, ¡eh!, ¡oh!, ¡uf!, ¡vaya!, ¡caray!, ¡dios mío!, ¡hola! Muchas de ellas son onomatopéyicas o imitativas de sonidos y son invariables: no se conjugan y no llevan morfemas de género o número.

Puntuación y uso son características destacadas en español. Las interjecciones suelen distribuirse entre signos de exclamación o interrogación y pueden aparecer aisladas o dentro de una frase. En español, es típico utilizar símbolos de apertura de exclamación o pregunta (¡ y ¿), marcando desde el inicio la entonación emocional del enunciado. En otros sistemas lingüísticos, la puntuación puede variar.

Etimológicamente, “interjección” proviene del latín interiectio, que designa algo “insertado” entre palabras para expresar una emoción. En muchos idiomas, las interjecciones forman una categoría léxica independiente o se agrupan con elementos que expresan afecto, actitud o reacciones, manteniendo función y uso muy parecidos pese a diferencias culturales y ortográficas.