calcificado

Calcificado es un término médico que describe un tejido, órgano o estructura en la que se ha producido calcificación, la deposición de sales de calcio. Aunque la calcificación es normal en huesos y dientes, el término también se aplica a hallazgos patológicos en tejidos blandos o internos. En medicina se distingue entre calcificación fisiológica y patológica.

Existen dos principales vías patológicas: la calcificación distrófica, que ocurre en tejidos dañados o necrosados con niveles normales de calcio y fosfato; y la calcificación metastásica, debida a hipercalcemia o hiperfosfatemia que promueve la deposición de calcio en tejidos sanos. Otras formas incluyen la calcificación gangrenosa, por necrosis, y la calcificación vascular, relacionada con envejecimiento o aterosclerosis.

La calcificación se observa en diversos sistemas. En el sistema circulatorio, puede aparecer como placas o en válvulas cardíacas. En la mama, se detecta como microcalcificaciones en una mamografía. En riñones, puede manifestarse como nefrocalcinosis o cálculos renales; en tendones o músculos, como calcificaciones periféricas; y en dientes, como calcificaciones pulpares o cálculos dentales.

El diagnóstico suele realizarse con imágenes: radiografías, tomografía computarizada y ultrasonido, según el contexto. El tratamiento depende de la causa y de los síntomas; muchas calcificaciones son asintomáticas y no requieren intervención. En casos sintomáticos o que comprometen la función, se aborda la causa subyacente o se eliminan las calcificaciones mediante tratamiento específico (cirugía, endoscopia, o procedimientos para remover cálculos).

Etimológicamente, la palabra procede del latín calx, calcis, que significa piedra o cal, y se emplea en numerosos términos médicos para describir depósitos de calcio en distintos tejidos.