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autodescarga

La autodescarga, o auto-descarga, es la pérdida gradual de la energía almacenada en una batería recargable cuando no está reducida bajo carga. Esta pérdida se debe a reacciones químicas internas que ocurren aun cuando la batería no está siendo utilizada, y es una característica común a la mayoría de las químicas de baterías. Conocerla es crucial para estimar la disponibilidad de energía en dispositivos que dependen de baterías y para planificar su almacenamiento y mantenimiento.

La velocidad de autodescarga varía según la química de la batería y las condiciones de almacenamiento. En

Factores que influyen incluyen la temperatura (las temperaturas elevadas aumentan la autodescarga), la edad y el

Las estrategias para mitigar la autodescarga incluyen almacenar las baterías a temperaturas más bajas, mantener un

términos
generales,
las
celdas
de
litio
(por
ejemplo,
Li-ion)
exhiben
tasas
bajas,
aproximadamente
2-3%
por
mes
a
25
°C
(y
algo
más
a
temperaturas
más
altas).
Las
baterías
de
plomo-ácido
suelen
perder
alrededor
de
3-5%
por
mes,
mientras
que
las
NiMH
pueden
presentar
tasas
más
altas,
en
el
rango
de
20%
o
más
por
mes.
Las
NiCd
históricamente
muestran
tasas
intermedias
(alrededor
de
10-15%
por
mes).
Algunas
químicas,
como
ciertas
variantes
de
litio
de
fosfato,
pueden
tener
autodescargas
más
bajas,
lo
que
las
hace
más
adecuadas
para
almacenamiento
prolongado.
número
de
ciclos
de
la
batería,
el
estado
de
carga
durante
el
almacenamiento
y
la
calidad
de
la
celda.
Una
batería
más
vieja
o
dañada
suele
presentar
tasas
de
autodescarga
mayores.
estado
de
carga
de
almacenamiento
apropiado
para
cada
química
(por
ejemplo,
cargas
parciales
para
Li-ion),
desconectar
dispositivos
para
reducir
drenajes
en
reposo
y
optar
por
químicas
de
baja
autodescarga
cuando
el
almacenamiento
prolongado
es
frecuente.
La
gestión
adecuada
de
la
batería
y
el
control
de
condiciones
de
almacenamiento
pueden
maximizar
la
disponibilidad
de
energía
cuando
se
necesita.