drenajes

Los drenajes son sistemas y dispositivos destinados a recoger, conducir y evacuar aguas para evitar encharcamientos, controlar la humedad del terreno y proteger infraestructuras. En la ingeniería y la agricultura, el término abarca diferentes tipos de instalaciones que gestionan aguas pluviales, residuales y subterráneas. Su objetivo es mantener condiciones adecuadas de seguridad, salubridad y funcionamiento de ciudades, campos y edificios.

Entre los drenajes se destacan varias categorías: drenaje pluvial, que recoge el agua de lluvia mediante cunetas, colectores y tuberías; drenaje sanitario, que transporta aguas negras y grises hacia plantas de tratamiento; drenaje subterráneo o de subsuelo, que alivia la saturación del suelo; y drenaje agrícola, diseñado para desaguar suelos de cultivo y prevenir encharcamientos.

Los componentes habituales incluyen tuberías, registros o bocas de inspección, pozos de visita y tramos con pendiente. En zonas urbanas se utilizan sistemas con bombeo y tratamiento de aguas, mientras que en áreas rurales se prefieren soluciones de drenaje más simples, como drenajes perforados o zanjas sombreadas. El diseño busca garantizar capacidad suficiente y velocidades adecuadas para evitar atascos.

Mantener drenajes implica limpieza de rejillas, eliminación de sedimentos y verificación de conexiones y pendientes. También es común planificar la gestión de drenaje de forma integrada, especialmente mediante enfoques de drenaje urbano sostenible, que buscan reducir el caudal de escorrentía, infiltrar agua y proteger cursos de agua sensibles.

Históricamente, las civilizaciones desarrollaron drenajes para control de inundaciones y salud pública. En la actualidad, la capacidad de los drenajes influye en la resiliencia de ciudades ante tormentas intensas y cambio climático.