aductos

Los aductos, también conocidos como conductos, son conductos o canales que permiten el transporte de fluidos, gases o secreciones desde una fuente hacia su destino. Se presentan tanto en organismos vivos como en sistemas técnicos; en biología, cumplen funciones esenciales para la excreción, la secreción y la distribución de sustancias dentro del cuerpo.

En anatomía, los conductos excretores conectan glándulas con superficies epiteliales o con segmentos tubulares del tracto digestivo. Ejemplos destacados incluyen el conducto biliar y el conducto hepático, que transportan bilis; el conducto pancreático, que lleva jugo pancreático; y el conducto lacrimal, que drena lágrimas.

Los aductos suelen ser simples o ramificados y pueden estar revestidos por diferentes tipos de epitelio. Su estructura general incluye una capa mucosa, a veces una submucosa y una muscular, que facilita el movimiento de las secreciones mediante contracciones peristálticas o de empuje. Su diámetro varía según su función.

Durante el desarrollo embrionario, muchos aductos se formulan a partir de la ramificación de glándulas o de la invaginación de epitelios ductales. Pueden verse afectados por obstrucciones, cálculos, estenosis o inflamación, con manifestaciones clínicas como dolor, ictericia, infecciones o disfunción de la glándula correspondiente. La imagen clínica depende del sistema afectado.

En ingeniería, el término también se aplica a conductos de aire, agua, gases o polvo en sistemas de climatización, plomería e procesos industriales. Estos conductos se diseñan pensando en el caudal, la pérdida de carga, la compatibilidad con materiales y la facilidad de mantenimiento.