Especias

Las especias son sustancias aromáticas obtenidas de plantas, generalmente de partes vegetales secas: semillas, frutos, cortezas, raíces o vainas. Se utilizan para sazonar, perfumar y, en algunos casos, conservar los alimentos. Las hierbas aromáticas, por su parte, suelen proceder de las hojas y pueden emplearse frescas o secas.

Históricamente, las especias han sido apreciadas por su sabor, aroma y propiedades conservantes. Su comercio impulsó rutas comerciales entre Asia, África y Europa desde la antigüedad, influyendo en economías, exploraciones y contactos culturales.

Se utilizan enteras o molidas; muchas se tostarán ligeramente para liberar aceites esenciales y acentuar el aroma. Su uso varía según la técnica culinaria: algunas se añaden al inicio de la cocción para crear una base de sabor, otras se incorporan al final para mantener su fragancia. También dan color, como el pimentón y la cúrcuma. Se agrupan con frecuencia en blends como garam masala o ras el hanout.

Entre las principales categorías se encuentran: semillas (comino, cilantro, sésamo), frutos o vainas (pimienta, pimiento, clavo), cortezas (canela, cassia), raíces y rizomas (jengibre, cúrcuma), y frutos aromáticos (cardamomo, anís, hinojo). La vainilla es una especia obtenida de las vainas de una orquídea. Cada tipo aporta perfiles de sabor y aroma distintos.

La calidad de las especias depende de su origen, frescura y manejo: almacenamiento en recipientes herméticos, oscuros y frescos; evitar la humedad para prevenir moho. El uso excesivo puede causar irritación o alergias en algunas personas; además, deben comprarse de fuentes confiables para evitar adulteraciones.