reinados

Reinados se refieren al periodo durante el cual un monarca ejerce autoridad suprema en un reino. Este periodo suele comenzar con la ascensión al trono y concluye con la muerte, la abdicación o la deposición del monarca. Los reinados no solo reflejan la duración del poder personal, sino también la estabilidad de las instituciones políticas y las reglas de sucesión de cada sociedad.

Las características de un reinado incluyen la legitimidad del soberano, las restricciones o poderes constitucionales, y la relación entre el monarca y los órganos del gobierno. En muchos regímenes, la autoridad real se ve mediada por cortes, ministerios o consejos, por lo que el reinado no equivale siempre a un poder personal absoluto. La duración de un reinado varía ampliamente; algunas dinastías muestran continuidad, mientras que otros realizan cambios drásticos. Existen co-regencias, en las que dos o más monarcas gobiernan conjuntamente, y periodos interregnales sin soberano.

Para la cronología, muchos sistemas utilizan años de reinado y números de regnante para distinguir entre soberanos con el mismo nombre (por ejemplo, Felipe II). Cuando un monarca es sucedido por un nuevo gobernante, el reinado siguiente continúa la cuenta temporal de la dinastía.

El impacto de un reinado se mide por las políticas implementadas, las guerras, las reformas, la expansión territorial y la cultura. Un reinado largo puede posibilitar reformas de largo alcance, mientras que uno inestable puede provocar crisis o interrupciones del control estatal.

En la historia mundial, se destacan reinados que han dejado huella en distintas regiones, ilustrando variadas dinámicas de poder y legitimidad, como reinados en Europa, Asia y África, y periodos de transición en las Américas.