psicodélico

El término psicodélico procede de raíces griegas y se emplea para describir sustancias, experiencias y expresiones artísticas que buscan revelar o manifestar la mente. A grandes rasgos, se refiere a estados de conciencia alterados que intensifican la percepción, la emoción o la cognición, a menudo con imágenes visuales intensas y una reflexión interna.

Desde la década de 1950 y durante la década de 1960, investigadores comenzaron a estudiar sustancias como el LSD, la psilocibina y la mescalina, mientras que movimientos culturales adoptaban lo psicodélico como estética y filosofía. En la música, el arte y la literatura, el término se asoció a experiencias visuales coloridas, patrones caleidoscópicos y una sensación de expansión de la mente.

En el ámbito científico, los psicodélicos se han estudiado por su capacidad para producir estados alterados de conciencia y su potencial terapéutico en condiciones como la depresión mayor, la ansiedad relacionada con enfermedades terminales, el trastorno de estrés postraumático y la adicción. La investigación se ha reanudado tras periodos de restricción regulatoria, y se exploran enfoques de psicoterapia asistida por sustancias y dosis bajas o "microdosis" en algunos contextos. Sin embargo, estos compuestos pueden ocasionar experiencias intensas y, en personas predispuestas, desencadenar o exacerbar problemas psicológicos, por lo que su uso debe estar regulado y supervisado.

Las políticas y el estatus legal de los psicodélicos varían por país. Más allá de la droga, la estética psicodélica continúa influyendo en el diseño visual, la fotografía y la cultura contemporánea.