progestágena

La progestágena es el conjunto de sustancias con actividad progestágena, que incluye la progesterona natural y compuestos sintéticos conocidos como progestinas. Estas moléculas actúan principalmente sobre el receptor de progesterona para regular la preparación del endometrio y, durante el embarazo, su mantenimiento.

Se clasifican en naturales y sintéticos. La progesterona es la progestágena natural. Las progestinas son fármacos sintéticos usados en anticoncepción y en terapia hormonal: levonorgestrel, norethindrona, desogestrel, gestodeno y drospirenona, entre otros, con perfiles farmacológicos distintos.

Mecanismo de acción: al unirse al receptor de progesterona, provocan cambios secretorios en el endometrio y mantienen su estado secretor, favoreciendo la implantación si hay embarazo. También actúan a nivel del eje hipotalámico-hipófiso, reduciendo la secreción de GnRH y de gonadotropinas, lo que inhibe la ovulación en muchos regímenes, y modifican la consistencia del mucus cervical.

Usos clínicos: se emplean en regímenes anticonceptivos (con estrógenos o solos), en terapia de sustitución hormonal en la menopausia, y en trastornos como sangrado uterino irregular, endometriosis y dismenorrea.

Efectos y consideraciones: pueden provocar sangrado irregular, cambios de peso, dolor de cabeza y alteraciones del estado de ánimo. El perfil de seguridad varía entre progestinas; algunas presentan menor o mayor riesgo de tromboembolismo y alteraciones metabólicas, por lo que la elección debe individualizarse.

Historia y regulación: desde los años 1950 se desarrollaron progestinas sintéticas que se incorporaron a numerosos anticonceptivos y tratamientos hormonales. Su uso debe supervisarse clínicamente, con dosis y formulaciones adaptadas a cada paciente.