porosidades

La porosidad es la fracción del volumen total de un material que está ocupada por poros o espacios vacíos. Se expresa habitualmente como porcentaje y se interpreta como la capacidad de un material para almacenar fluidos, como agua, aire, petróleo o gas. En geología y ciencias de la Tierra se distinguen porosidad total y porosidad efectiva; esta última corresponde a la porosidad conectada que puede facilitar el flujo de fluidos.

Existen diferentes tipos de porosidad. La porosidad primaria es la que está presente desde la formación del material, por ejemplo en sedimentos y rocas sedimentarias. La porosidad secundaria se desarrolla después, por diagenesis, disolución, fracturación o fallas. También se habla de porosidad intergranular (entre granos) y porosidad intragranular (dentro de los granos), y de macroporosidad, mesoporosidad y microporosidad, que se refieren al tamaño de los poros. La porosidad efectiva es la fracción de poros que está conectada y puede transmitir fluidos.

Los factores que controlan la porosidad incluyen el tamaño y la distribución de los granos, la sorting, la cementación, la compactación, la diagenesis y la presencia de fracturas. La porosidad está estrechamente relacionada con la permeabilidad, pero no es equivalente: un material puede tener alta porosidad y baja permeabilidad si los poros no están bien conectados.

Medición y estimación: en laboratorio se puede determinar por métodos de porosimetría, peso específico en inmersión y pruebas de agua; en campo se emplean registros de pozo como densidad, porosidad de neutron y resistividad. Las porosidades son críticas para hidrogeología, exploración de hidrocarburos, y durabilidad y durabilidad de materiales de construcción.