planeadores

Los planeadores son aeronaves no propulsadas diseñadas para volar gracias a la sustentación generada por sus alas. Su rendimiento depende de la relación de planeo, que expresa cuánta distancia puede recorrer por cada metro de caída. En planeadores modernos, este índice suele situarse entre 40:1 y 60:1. El vuelo se sustenta en ascensos de aire, como termales o corrientes dinámicas, y se gestiona la energía disponible: altura de despegue y velocidad adecuada para aprovechar las corrientes ascendentes y minimizar la pérdida de altura.

La estructura combina un fuselaje ligero con alas de alta relación de aspecto. Los materiales modernos incluyen madera y metal en estructuras tradicionales, y composites como fibra de vidrio o carbono en aeronaves de alto rendimiento. Las superficies de control permiten dirigir la trayectoria y la velocidad; muchos planeadores incorporan frenos aerodinámicos para reducir velocidad durante el aterrizaje. El tren de aterrizaje varía entre patín y ruedas.

La operación típica empieza con un lanzamiento, ya sea por remolque de otra aeronave o, en el caso de motores auxiliares conocidos como motoplaneadores, por motor propio para el despegue. Una vez en vuelo, el piloto busca corrientes ascendentes para recuperar altura y luego planear hacia el destino, optimizando el uso de la energía y el rendimiento aerodinámico.

Historia y uso: los planeadores se desarrollaron desde el siglo XIX y han impulsado la aviación deportiva y la investigación aerodinámica. En la actualidad se practican como deporte y entrenamiento, con competiciones a nivel nacional e internacional organizadas por la FAI y asociaciones nacionales. También se utilizan en educación aeronáutica y en estudios de meteorología y aerodinámica.