parcialidad

Parcialidad es la tendencia a favorecer a una persona, grupo, idea o resultado en detrimento de otros, ya sea por convicción, interés personal o influencia emocional. En español, el sustantivo deriva de parcial, con el sufijo -idad, y se utiliza para referirse a un sesgo o sesgo perceptivo que afecta juicios, evaluaciones o tratamientos.

La parcialidad se distingue de la imparcialidad, que busca la ausencia de sesgo. Su uso abarca diversos ámbitos, como el periodismo, la justicia, la investigación, la administración pública y la política. Puede manifestarse como selección sesgada de información, interpretación de datos para favorecer una hipótesis previa, lenguaje cargado o la existencia de conflictos de interés no declarados.

Existen tipos de parcialidad, entre ellos la intencional (deliberada) y la no intencional, asociada a sesgos cognitivos que operan de forma inconsciente. Sus efectos pueden incluir la reducción de la credibilidad, decisiones injustas o ineficientes y la erosión de la confianza en instituciones y procesos.

Los sistemas éticos y profesionales suelen promover la neutralidad mediante normas de conducta, recusación en situaciones de conflicto de interés, revisión por pares, transparencia y capacitación para identificar y mitigar sesgos. En la vida cotidiana, reconocer la parcialidad ayuda a analizar críticamente la evidencia, a considerar perspectivas distintas y a justificar las decisiones con criterios objetivamente verificables.