paleomagnéticos

El paleomagnetismo es una rama de la geofísica que estudia las señales del campo magnético de la Tierra almacenadas en rocas y sedimentos. Estas señales permiten reconstruir la dirección e intensidad del campo magnético en momentos pasados y, por extensión, procesos geológicos y tectónicos relacionados.

Los minerales magnéticos como magnetita y hematita se alinean con el campo terrestre durante la formación o endurecimiento de la roca. Las magnetizaciones típicas son la magnetización remanente térmica (TRM) en rocas ígneas al enfriarse, la magnetización remanente química (CRM) durante cambios químicos, y la magnetización remanente detrital (DRM) en sedimentos. La lectura de estas señales permite obtener la dirección y, con métodos experimentales, la intensidad histórica del campo, así como la edad relativa de los depósitos.

Metodología: se mide la magnetización natural (NRM) y se somete a desmagnetización por campos alternos o calor para aislar la magnetización característica (ChRM). La magnetostratigrafía utiliza el registro de polaridades normales y reversas para correlacionar secuencias sedimentarias con la escala global de reversos magnéticos, contribuyendo a la datación y a la reconstrucción de la tectónica de placas.

Aplicaciones: es fundamental para evidencias de deriva continental y expansión del fondo oceánico, al revelar patrones de anomalías magnéticas en la corteza oceánica y la historia de cambios de polo. También se utiliza para estimar paleointensidad y para correlacionar eventos geológicos entre cuencas.

La historia de las inversiones del campo se ha registrado a lo largo de millones de años, con ejemplos como la frontera Brunhes–Matuyama (~0,78 millones de años), así como otros periodos de inversión o subcrónicas que ayudan a construir la escala de reversos magnéticos.