neuroinflamación

La neuroinflamación es la respuesta inflamatoria del sistema nervioso central ante lesiones, infecciones, isquemia, desequilibrios metabólicos o procesos autoinmunes. En el cerebro y la médula espinal participan principalmente la microglía, los astrocitos y las células endoteliales de la barrera hematoencefálica; la reacción puede involucrar también a leucocitos periféricos en ciertos contextos. Su objetivo es contener el daño y favorecer la reparación, pero cuando se vuelve crónica o desregulada puede contribuir a la disfunción neuronal.

Mecanismos y mediadores clave incluyen la activación de la microglía con cambio a perfiles proinflamatorios, liberación de citocinas como IL-1β, TNF-α e IL-6, quimiocinas, prostaglandinas y componentes del complemento; aumento de la permeabilidad de la barrera, y en algunos casos infiltración de células inmunitarias. Los astrocitos también adoptan estados reactivos que modulan la respuesta inflamatoria y la titulación de la reparación. La neuroinflamación puede ser aguda y beneficiosa para eliminar daño, pero su persistencia puede favorecer la disfunción sináptica, la pérdida neuronal y la demielinización.

Desencadenantes comunes son infecciones, trauma, isquemia, lesiones metabólicas y autoinmunidad, así como procesos neurodegenerativos. En enfermedades como Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple y esclerosis lateral amiotrófica, la neuroinflamación crónica se asocia a progresión del daño.

El diagnóstico suele combinar biomarcadores en líquido cefalorraquídeo o sangre y técnicas de neuroimagen que pueden estimar la activación de la microglía o los cambios tisulares. El tratamiento se orienta a la causa subyacente; las estrategias generales antiinflamatorias han mostrado eficacia limitada en el SNC, mientras que terapias específicas para condiciones como MS y enfoques experimentales dirigidos a microglía o inflammasomas están en desarrollo.