manometro

El manómetro es un instrumento de medición de presión utilizado para determinar la presión de gases o líquidos. Su principio básico consiste en equilibrar la presión desconocida con una presión conocida, ya sea mediante una columna de líquido o mediante un elemento elástico que cambia de forma al variar la presión, para convertirla en una lectura observables o en una señal.

Los manómetros se clasifican principalmente por su principio de operación: de columna de líquido y el tipo elástico o aneroide. Los manómetros de columna de líquido, como el de tubo en U, miden la diferencia de presión entre dos puntos o entre un punto y la atmósfera. Cuando están abiertos al ambiente se conocen como manómetros de extremo abierto; cuando el extremo está sellado, permiten medir presiones absolutas o diferenciales. La lectura se determina a partir de la altura de la columna: P = ρ g h, donde ρ es la densidad del fluido, g la aceleración de la gravedad y h la diferencia de altura.

Los manómetros aneroides utilizan un elemento sellado elástico (cápsula o tubo de Bourdon) que se deforma con la presión. La deformación se transmite a una aguja o a un sensor y se interpreta como presión; son compactos y no requieren líquido, pero pueden presentar deriva con el tiempo.

Los manómetros diferenciales y los barómetros se emplean en meteorología, HVAC, industria y laboratorios para controlar procesos o medir la presión relativa frente a un punto de referencia. El barómetro, por ejemplo, es un tipo de manómetro utilizado para medir la presión atmosférica.

Ventajas y limitaciones: los manómetros de columna ofrecen alta precisión para presiones bajas a moderadas, pero requieren un fluido adecuado y pueden presentar riesgos si emplean sustancias como el mercurio. Los manómetros aneroides son portátiles y robustos, aunque requieren calibración y pueden presentar error por temperatura.