infladores

Un inflador es un dispositivo utilizado para introducir aire en un objeto o sistema a presión. Se emplea para inflar neumáticos, colchones de aire, pelotas y otros artículos inflables, así como en aplicaciones industriales que requieren aire a presión controlada. Existen infladores manuales y eléctricos, y algunos modelos incorporan manómetros para monitorizar la presión.

Los infladores manuales se accionan sin fuente de energía externa y suelen clasificarse en bombas de mano, bombas de pie y bombas de marco para bicicletas. Los infladores eléctricos o neumáticos usan un motor para accionar una bomba y pueden ser portátiles o fijos, con reguladores de presión y mangueras con boquillas intercambiables.

Principio de funcionamiento: los infladores comprimen aire mediante un pistón, diafragma o compresión de aire, y lo empujan hacia el objeto; muchos incorporan válvulas unidireccionales para evitar el retorno de aire y un manómetro para medir la presión, expresada en psi (libras por pulgada cuadrada) o bar.

Aplicaciones: automoción (neumáticos de coches y motocicletas), bicicletas, neumáticos de camiones, inflado de colchones, juguetes, pelotas y barcos. Los infladores de regulación permiten ajustar la presión recomendada por el fabricante para evitar daños por sobreinflado.

Seguridad y mantenimiento: no inflar por encima de la presión indicada, usar boquillas compatibles, apagar y desconectar el inflador eléctrico cuando no esté en uso y revisar mangueras y conexiones en busca de desgaste. En contextos profesionales, se siguen procedimientos y normas de seguridad para minimizar riesgos.