impermeabilización

La impermeabilización es el conjunto de técnicas y productos destinados a impedir el paso de agua y humedad a través de superficies expuestas a la lluvia, al nivel freático o a la humedad interna. Su objetivo es proteger estructuras, acabados y equipos, evitando filtraciones, moho y deterioros.

Los sistemas impermeabilizantes se clasifican por su modo de acción y su estado de aplicación. Pueden ser membranas, ya sean prefabricadas (láminas) o aplicadas sobre el sustrato, o bien recubrimientos líquidos que forman una capa continua. Entre las membranas se encuentran las bituminosas y las sintéticas (PVC, TPO, EPDM, FPO). Las soluciones líquidas, como los poliuretanos y los acrílicos, se aplican con brocha, rodillo o proyección y se adaptan a superficies irregulares. También existen revestimientos cementicios o hidrofugantes que sellan poros mediante productos de curado químico o físico, y aditivos hidrofugantes que mejoran la resistencia a la penetración de agua. En muchos sistemas se incorporan sellos de juntas y elementos de drenaje para evitar el paso de agua bajo presión.

La ejecución exige adecuada preparación del sustrato: limpieza, reparación de fisuras, y control de humedad y temperatura. Se recomienda emplear imprimaciones de adherencia y realizar pruebas de estanqueidad tras la instalación. Es fundamental respetar las indicaciones del fabricante y las normativas locales para garantizar la durabilidad.

Las principales aplicaciones abarcan cubiertas y terrazas, muros enterrados, sótanos, baños, cocinas, piscinas y túneles. El mantenimiento periódico y las reparaciones oportunas ante grietas o desgaste prolongan la vida útil del sistema impermeabilizante.