barandillas

Las barandillas son estructuras instaladas a lo largo de bordes de escaleras, plataformas, balcones o puentes para proporcionar seguridad y apoyo. Su función principal es prevenir caídas y, en ciertos casos, servir de guía al tránsito. El conjunto suele incluir un pasamanos o mango para agarrar, apoyos verticales (balaustres) y, en muchos diseños, paneles que limitan el paso entre las estructuras.

Existen diversas variantes según el uso y el diseño. Pueden ser continuas o segmentadas, y sus componentes pueden estar ocultos o expuestos. En interiores se emplean con mayor frecuencia materiales como madera o metal; en exteriores se prefieren metales resistentes a la intemperie, vidrio templado y materiales compuestos. También existen diseños con paneles de vidrio o con balaustradas abiertas que permiten visibilidad, o modelos sin balaustres para obtener líneas más limpias y modernas.

Materiales y acabados: las barandillas pueden estar fabricadas con madera, acero (galvanizado o inoxidable), aluminio, vidrio templado o laminado, piedra o composites. Los acabados suelen incluir pintura, lacado, anodizado o galvanizado, con tratamientos anticorrosión y antideslizantes en las superficies de contacto. El diseño debe considerar un agarre cómodo y continuo para personas con movilidad reducida.

Normativa y seguridad: las barandillas deben cumplir con las normativas y códigos de edificación locales, que establecen criterios de altura, continuidad, aperturas y resistencia estructural. En general, se busca una solución que permita un agarre seguro, evite huecos peligrosos y soporte las cargas previstas en su uso.

Instalación y mantenimiento: se fijan a vigas o pilares mediante fijaciones adecuadas; el mantenimiento implica revisión de tornillería, corrosión y desgaste, y la sustitución de elementos dañados para asegurar la integridad del sistema a lo largo del tiempo.