balaustradas

Las balaustradas son elementos de protección y delimitación en la arquitectura, formados por una hilera de balaustres soportando un pasamanos y, a veces, un antepecho o rodapié. Su función es evitar caídas y definir límites entre espacios interiores o exteriores, como escaleras, balcones, terrazas y puentes.

Componentes típicos. Los elementos verticales se conocen como balaustres; entre ellos se distribuye el espacio libre. En la parte superior se sitúa el pasamanos, que puede continuar a lo largo de toda la baranda. En algunos proyectos también se usa un antepecho o una base que ofrece mayor rigidez y acabado. Dependiendo del diseño, la balaustrada puede ser continua o segmentada y, a veces, incorpora paneles o elementos translúcidos.

Materiales y estilos. Las balaustradas pueden estar realizadas en piedra, madera, metal (hierro forjado, acero, aluminio) o combinaciones modernas. También se emplean vidrios entre balaustres para una estética contemporánea. En la tradición clásica se valoran formas ornamentales y tallas, mientras que las variantes modernas tienden a líneas rectas y soluciones minimalistas. La elección de materiales y acabados influye en la durabilidad, el mantenimiento y la integración con el entorno.

Historia y uso. Los sistemas de balaustradas tienen raíces en la Grecia y Roma antiguas y se desarrollaron durante el Renacimiento y el Barroco. Hoy se utilizan en edificios residenciales, públicos y comerciales, así como en puentes y miradores. Las normativas de seguridad de la construcción suelen regular la altura de la baranda, el espaciamiento entre balaustres y la resistencia estructural para garantizar la protección de usuarios.