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autoantígenos

Los autoantígenos son moléculas del propio organismo que pueden ser reconocidas por el sistema inmunitario. En condiciones normales, la tolerancia inmunitaria impide que el organismo ataque estas moléculas. Los autoantígenos pueden ser proteínas, lípidos o carbohidratos presentes en células y tejidos del cuerpo.

Cuando la tolerancia se rompe, los autoantígenos pueden convertirse en dianas de respuestas autoinmunes. Esto puede

Los autoantígenos se clasifican según su localización y distribución. Pueden ser intracelulares, expuestos al ser liberados

Clinicamente, la detección de autoantígenos y autoanticuerpos es una herramienta diagnóstica y pronóstica importante en enfermedades

dar
lugar
a
la
producción
de
autoanticuerpos
y,
en
algunos
casos,
a
la
activación
de
células
T
dirigidas
contra
componentes
propios.
Factores
como
la
exposición
de
antígenos
intracelulares
tras
daño
tisular,
modificaciones
posraduccionales
de
proteínas
y
predisposición
genética
o
ambiental
pueden
contribuir
a
este
proceso.
por
necrosis
o
apoptosis,
o
de
membrana
y
superficies
celulares.
También
se
agrupan
en
autoantígenos
de
tejidos
específicos
y
en
autoantígenos
ubiquitarios
presentes
en
múltiples
órganos.
Ejemplos
representativos
incluyen
ADN
y
proteínas
del
núcleo
en
lupus,
desmogleína
en
pemfigo,
peroxidasa
tiroidea
(TPO)
en
tiroiditis
autoinmune,
y
GAD65
en
diabetes
tipo
1.
Los
autoantígenos
pueden
ser
dianas
de
autoanticuerpos
o
de
respuestas
mediadas
por
células
T.
autoinmunes.
Se
emplean
métodos
como
inmunofluorescencia,
ELISA
y
otros
ensayos
para
identificar
anticuerpos
frente
a
antígenos
específicos.
Comprender
qué
autoantígenos
están
implicados
ayuda
a
entender
la
patogénesis
de
la
enfermedad
y
facilita
el
desarrollo
de
terapias
orientadas
a
restaurar
la
tolerancia
inmunitaria
o
a
bloquear
la
respuesta
autoinmune.