Emoglobina

La hemoglobina es una proteína transportadora de oxígeno presente en los eritrocitos de la mayoría de los vertebrados. En los adultos predominan las HbA, formadas por dos cadenas alfa y dos cadenas beta, unidas a cuatro grupos hemo con hierro Fe2+. Cada hemo puede unirse reversiblemente a O2; la unión es cooperativa, dando una curva de disociación sigmoide que facilita la captación en los pulmones y la liberación en los tejidos. La HbF (hemoglobina fetal) tiene cadenas alfa y gamma y mayor afinidad por el O2, facilitando el intercambio placentario.

Además del transporte de oxígeno, la hemoglobina facilita el intercambio de dióxido de carbono y ayuda a mantener el equilibrio ácido-base. La afinidad por el O2 está modulada por 2,3-bisfosfoglicerato (2,3-BPG) y por las condiciones de pH y temperatura; a mayor 2,3-BPG, menor afinidad y mayor liberación en tejidos. La oxidación del hierro a Fe3+ produce methemoglobina, que no se une bien al O2 y puede requerir tratamiento.

La hemoglobina se sintetiza durante la eritropoyesis: las cadenas globínicas se producen en el citosol y el grupo hemo se forma en la mitocondria antes de ensamblarse. Los eritrocitos duran unos 120 días; al final del ciclo, el hierro se recicla y la bilirrubina se forma a partir de la hemo degradada y se excreta por el hígado.

Las variantes de la hemoglobina originan trastornos como anemia falciforme (HbS) y talasemias. El diagnóstico se realiza mediante recuento de Hb, electroforesis o cromatografía de Hb y co-oximetría para medir las distintas formas de Hb (oxim, desoxi, metHb, COHb).