Datación

La datación es el proceso de determinar la edad de un material, un objeto o un evento. Puede ser relativa, que sitúa un hallazgo en una secuencia temporal sin asignarle una edad exacta, o absoluta, que ofrece una edad numérica mediante métodos que actúan como “relojes” naturales.

La datación relativa se basa en principios como la estratigrafía (superposición de capas), la biostratigrafía (ausencia o presencia de fósiles indicativos) y la tipología de objetos culturales o herramientas. En cambio, la datación absoluta utiliza procesos físicos o químicos que cambian de forma predecible con el tiempo, para estimar edades en años.

Los métodos más comunes son:

- Datación por radiocarbono (14C): mide el decaimiento del carbono-14 en materiales orgánicos; útil aproximadamente hasta 50,000 años; requiere calibración ante las fluctuaciones atmosféricas de 14C.

- Dendrocronología: cuenta anillos de crecimiento de los árboles, proporcionando edades calendario y, a veces, información climática; ofrece alta resolución temporal.

- Resguardo térmico y luminescencia (TL/OSL): date cuándo la muestra absorbe calor o luz por última vez; aplicado a cerámica, sedimentos y rocas, con rangos desde cientos a cientos de miles de años.

- Datación por uranio (U-Th, U-Pb): para carbonatos y otros materiales; abarca miles a millones de años.

- Potasio-argón (K-Ar) y argón-argón: para rocas volcánicas y cenizas; abarcan desde cientos de miles hasta miles de millones de años.

- Otros métodos complementarios incluyen espinor electrónico, grietas de fisión y dataciones paleomagnéticas, cada uno con rangos y materiales específicos.

La confiabilidad depende de la calidad de la muestra, el contexto geológico o cultural y la necesidad de calibraciones, controles y, a menudo, corroboración con métodos independientes.