Comprimir

Comprimir es un verbo que procede del latín comprimere, formado por com- "junto" y premere "apretar". En sentido general, significa aplicar presión para reducir el volumen, tamaño o espacio ocupado por un objeto o sustancia.

En física e ingeniería, la compresión describe el cambio de un material o un gas cuando se aplica una fuerza que reduce su volumen. La respuesta depende de la naturaleza del material y de la temperatura; los gases son fácilmente comprimibles, los sólidos menos, en función de su módulo de compresibilidad. La compresión se utiliza en motores, almacenamiento de gases y sistemas hidráulicos.

En tecnología de la información, comprimir datos es reducir su tamaño para facilitar su almacenamiento o transmisión. Existen dos grandes enfoques: compresión sin pérdida, que permite reconstruir exactamente los datos originales (p. ej., ZIP, gzip, PNG); y compresión con pérdida, que elimina información redundante para obtener reducciones mayores a costa de una pérdida de fidelidad (p. ej., JPG, MP3, MPEG). Los algoritmos se evalúan por la tasa de compresión y la calidad percibida, y pueden aplicarse a imágenes, audio, video y archivos.

Además, el término se usa en contextos como la compresión médica o de vendajes, que se aplica para controlar el sangrado o reducir hinchazones, y en ropa o prendas de compresión que ejercen presión para favorecer la circulación.