Autoposicionarse

Autoposicionarse es el proceso de definir y comunicar de forma estratégica la propia identidad profesional o personal para ocupar una posición reconocible en un mercado, sector o discurso. Implica pensar en qué se quiere que otros recuerden de uno, y cómo presentarlo de manera coherente y atractiva.

Se aplica en el desarrollo de carrera, branding personal y marketing de talento, y, en contextos políticos o mediáticos, para influir en la percepción pública. También puede referirse a la forma en que una persona se sitúa respecto a tendencias, temas o comunidades específicas.

Sus elementos centrales son la propuesta de valor, el público objetivo, la diferenciación y la narrativa. También entran los canales de comunicación, la consistencia de mensajes y la evidencia de resultados, ya sea a través de trabajos, proyectos, reconocimientos o testimonios.

Los métodos incluyen una autoevaluación de fortalezas y debilidades, la definición de un nicho, la creación de un mensaje coherente, la construcción de un portafolio o currículo, y la generación de presencia en redes y eventos. Es común combinar comunicación verbal y visual, así como gestionar una presencia multicanal.

Entre los riesgos están la desalineación entre promesas y capacidades, la superficiabilidad y la pérdida de autenticidad. La gestión ética implica evitar exageraciones y manejar la reputación con transparencia, especialmente al difundir logros o casos de éxito.

En la práctica, el autoposicionamiento se acompaña de revisión periódica, adaptación a cambios del mercado y medición de resultados mediante visibilidad, oportunidades laborales o de colaboración, y feedback de la audiencia.