superossido

El superóxido, también llamado superossido, es una especie derivada del oxígeno que puede presentarse en dos formas fundamentales: el anión superóxido (O2−) y el radical libre superóxido (O2•−). El anión se forma cuando el oxígeno capta un electrón; el radical es la especie neutra con un electrón desapareado des del O2, por lo que resulta altamente reactivo. Estas dos formas se estudian por separado en química y bioquímica.

Producción y presencia. El superóxido se genera en diversos sistemas: en la mitochondria, durante la respiración celular por fugas de electrones; en las células del sistema inmunitario, por la enzima NADPH oxidasa para la defensa contra microorganismos; y en entornos ambientales o en soluciones acuosas, por fotocatálisis o procesos de reducción de O2. Su formación está asociada a la reacción de oxígeno molecular con electrones o con radicales donadores.

Propiedades y reacciones. El superóxido es un oxidante y un radical de oxígeno de alta reactividad; puede participar en transferencias de electrones y en reacciones de radicales que alteran biomoléculas. Su dismutación, ya sea espontánea o catalizada por la enzima superóxido dismutasa (SOD), produce peróxido de hidrógeno y oxígeno: 2 O2•− + 2 H+ → H2O2 + O2. En presencia de cuerpos reactivos o metales, puede generar otras especies reactivas de oxígeno, influyendo en la señalización celular y en el daño oxidativo.

Importancia y aplicaciones. En biología, el superóxido es parte de la respuesta inmunitaria y de la señalización celular, pero en exceso genera estrés oxidativo que daña ADN, proteínas y lípidos. En medicina y química, se estudian inhibidores o miméticos de SOD y métodos para controlar su concentración. En contextos ambientales y analíticos, el superóxido sirve como reactivo para ciertas pruebas y procesos de oxidación controlada.