refractores

Refractores son telescopios que obtienen imágenes principalmente mediante la refracción de la luz en lentes. El elemento frontal, llamado objetivo, forma una imagen real en su plano focal, que el ocular magnifica para el ojo. A diferencia de los reflectores, los refractores no utilizan espejos para recoger la luz, lo que da como resultado diseños con tubos más compactos para ciertas longitudes focales y una ruta óptica limpia, con menos obstrucciones en el camino de la luz.

El diseño clásico utiliza lentes curvadas para enfocar la luz. Los modelos antiguos fueron mejorados para reducir la aberración cromática, primero con lentes acromáticas (dos elementos) y, posteriormente, con lentes apocromáticas (tres o más elementos) que corrigen el color en varias longitudes de onda. Los refractores modernos pueden ser de doblete o triplete, y algunos emplean entrelazado de vidrio especial para optimizar el rendimiento en astrofotografía y observación de detalles finos.

Ventajas principales incluyen alto contraste y nitidez de imagen, buena visión de objetos brillantes y resistencia a la acumulación de polvo en el camino de la luz. Sus desventajas abarcan el costo elevado para aberturas grandes, tubos largos y pesados, y la persistencia de aberraciones cromáticas en diseños simples. Requieren monturas estables y, en algunos casos, colimación y ajuste no tan frecuentes como en otros tipos de telescopios.

Se usan ampliamente en astronomía de aficionado y en observaciones terrestres, especialmente cuando se busca claridad y contraste, y en modelos apocromáticos para astrofotografía de cielo profundo.