neurofilamentos

Los neurofilamentos son filamentos intermedios específicos de las neuronas que forman parte del citoesqueleto y se concentran principalmente en los axones. Contribuyen a mantener el calibre axonal, la estabilidad estructural y la organización del transporte neural, factores que influyen en la velocidad de conducción y en la distribución de orgánulos.

Están formados principalmente por un triplete de proteínas estructurales: neurofilamento ligero (NF-L), neurofilamento medio (NF-M) y neurofilamento pesado (NF-H). En algunas neuronas operan también proteínas asociadas como alfa-internexina; en la periferia, peripherina. NF-L es esencial para el ensamblaje; NF-M y NF-H tienen colas largas ricas en serina/treonina y motivos KSP que pueden ser fuertemente fosforilados, formando brazos que regulan el diámetro axonal y la organización filamentosa.

La neurofilamenta se organiza en heteropolímeros que forman haces a lo largo del axón, interactuando con microtúbulos y actina para facilitar el transporte de orgánulos y vesículas. La fosforilación de NF-H y NF-M modula el espaciado entre filamentos y la velocidad de transporte axonal, influyendo en la estabilidad del ensamblaje.

Importancia clínica: la desorganización, fragmentación o acumulación de neurofilamentos se asocia con enfermedades neurodegenerativas y con daño axonal. En particular, la cadena ligera NFL se usa como biomarcador de daño axonal, medido en líquido cefalorraquídeo y sangre para diagnóstico y monitorización en esclerosis lateral amiotrófica, lesiones traumáticas y otras patologías.

En desarrollo maduran a medida que la neurona crece; durante el daño o la enfermedad, la fosforilación y la dinámica de ensamblaje pueden alterarse, afectando la función neuronal.