musgos

Los musgos son plantas no vasculares clasificadas en la división Bryophyta. Carecen de sistemas de conductos lignificados y dependen del agua para la reproducción y la nutrición. Su cuerpo es pequeño, variando desde milímetros hasta centímetros; la planta visible es el gametofito, una estructura verde que suele presentar hojas en espiral. Se fijan al sustrato mediante rizoides y absorben agua y nutrientes principalmente a través de la superficie.

El ciclo de vida de los musgos es haplodipló­tico, con el gametofito haploide como fase dominante. Tras la fertilización de una arquegonía por los anteridios, se desarrolla un esporófito diploide que emerge del gametófito y consta de una seta y una cápsula. La cápsula contiene esporas que, al madurar, se liberan y germinan para formar un nuevo protonema, que a su vez genera el gametófito. Este ciclo depende del agua para la movilidad de los espermatozoides.

Los musgos ocupan una amplia variedad de hábitats húmedos y sombreados: suelos, rocas, cortezas de árboles y sustratos expuestos. Son comunes en bosques templados, boreales y ambientes rocosos, especialmente donde hay humedad sostenida. Desempeñan roles ecológicos importantes: retienen agua, influyen en la formación de suelos y ofrecen microhábitats para microorganismos y pequeños invertebrados. También pueden funcionar como indicadores de calidad del aire, ya que ciertas especies reaccionan a la contaminación.

Distribución: se encuentran en casi todo el mundo, desde bosques tropicales hasta tundras, con una gran diversidad de especies adaptadas a distintos sustratos, incluidas superficies rocosas, troncos y suelos pobres.