monocigóticos

Los monocigóticos, también conocidos como gemelos idénticos, son dos individuos que se originan a partir de un único óvulo fecundado que se divide y se desarrolla en dos embriones. Comparten prácticamente la misma dotación genética y, por lo general, el mismo sexo, aunque pueden presentar diferencias derivadas de factores ambientales y de mutaciones poscigóticas.

El momento de la separación del cigoto determina la configuración placentaria y el número de sacos amnióticos. Una separación temprana (aproximadamente 0-4 días) produce gemelos dicoriónicos-diamnióticos (dos placentas y dos sacos amnióticos). Una separación intermedia (aproximadamente 4-8 días) da lugar a gemelos monocoriónicos-diamnióticos (una placenta, dos sacos amnióticos). Una separación tardía (aproximadamente 8-13 días) genera gemelos monocoriónicos-monoamniónicos (una placenta y un solo saco amniótico). Una separación muy tardía puede dar lugar a gemelos unidos.

Genética y desarrollo: Aunque son prácticamente idénticos, pueden aparecer diferencias debido a mutaciones postzigóticas, variaciones epigenéticas e imprinting, o a diferencias en el material mitocondrial. Estas variaciones no eliminan la identidad general del genoma entre ambos hermanos.

Incidencia y clínica: La incidencia de monocigóticos es de aproximadamente 0.3-0.4% de los nacidos vivos (alrededor de 3-4 por cada 1000 partos). En embarazos monocigóticos hay riesgos específicos, como el síndrome de transfusión feto-feto (TTTS), la secuencia de anemia-policitemia (TAPS) y la restricción del crecimiento intrauterino selectiva. El diagnóstico se realiza principalmente por ultrasonografía y evaluación de la placentación; la determinación de la zigosidad se emplea cuando la información clínica lo requiere.