mangán

El manganeso, cuyo símbolo químico es Mn y número atómico 25, es un metal de transición blando y dúctil de color gris plateado que se oxida con bastante rapidez en condiciones ambientales. En la naturaleza se halla principalmente unido en minerales como la pirolusita (MnO2) y braunita, además de otros minerales oxidados. Es el decimoquinto elemento más abundante en la corteza terrestre. Su obtención se realiza a partir de minerales de Mn mediante procesos de reducción; el manganeso metalúrgico resultante se utiliza en numerosas aleaciones.

Propiedades químicas y reactividad: el manganeso exhibe varios estados de oxidación, siendo los más estables +2, +3, +4 y +7. Forma óxidos y sales, entre ellas los permanganatos (MnO4−), que pueden actuar como potentes oxidantes. En aleaciones, el Mn mejora la resistencia, la dureza y la tenacidad, y en la industria alimentaria y química se utiliza como catalizador y desoxidante.

Usos y aplicaciones: en la industria del acero, el manganeso se emplea para aumentar la dureza y la resistencia al desgaste; también se utiliza en aleaciones de aluminio y en baterías recargables, incluido el uso de compuestos de Mn en celdas de litio; se aplica en catalizadores, pigmentos y fertilizantes. En biología, el manganeso es un oligoelemento esencial para muchos organismos, desempeñando funciones como cofactor de enzimas y en la defensa contra el estrés oxidativo, destacando la enzima manganeso superóxido dismutasa (Mn-SOD).

Seguridad y salud: la exposición laboral prolongada al polvo de manganeso puede ocasionar efectos neurológicos; se regulan las concentraciones permitidas en entornos industriales. La toxicidad depende de la forma y la dosis.

Historia y etimología: el manganeso fue aislado por Johan Gottlieb Gahn en 1774. El nombre deriva del latín manganum, con raíces en el griego, reflejando su origen mineral.