hipoacusia

Hipoacusia, o pérdida de la audición, es la reducción de la capacidad para percibir sonidos en uno o ambos oídos. Puede afectar la comprensión del habla y la percepción de ruidos. Se clasifica por origen en conductiva, neurosensorial o mixta, y por grado en leve, moderada, severa o profunda.

La hipoacusia conductiva resulta de problemas en el oído externo o medio (cerumen impactado, otitis, perforación timpánica, otosclerosis). La neurosensorial afecta al oído interno o al tramo neural (presbiacusia, ruido, infecciones, genética, malformaciones, fármacos ototóxicos). La mixta combina componentes conductivos y neurosensoriales.

Factores de riesgo: envejecimiento, exposición al ruido, infecciones infantiles, antecedentes familiares, trauma, uso de ciertos fármacos. En algunos casos el origen es desconocido.

El diagnóstico se realiza principalmente con pruebas audiológicas (audiometría tonal y verbal) y pruebas de función del oído medio (timpanometría). En casos necesarios se usan imágenes (resonancia magnética o tomografía) para descartar causas estructurales.

El manejo depende del tipo y la severidad: audífonos para pérdidas leves a moderadas; implantes cocleares para hipoacusia neurosensorial profunda cuando los audífonos no bastan; tratamientos quirúrgicos para causas conductivas; rehabilitación auditiva y estrategias de comunicación.

Prevención: protegerse de ruidos intensos, tratar infecciones del oído y evitar fármacos ototóxicos cuando sea posible. El pronóstico mejora con detección temprana e intervención adecuada; muchos pacientes conservan buena comunicación social con dispositivos y apoyo auditivo.