fototerapia

La fototerapia es una modalidad terapéutica que utiliza luz para tratar diversas condiciones médicas. Sus principales aplicaciones incluyen la fototerapia neonatal para la hiperbilirrubinemia, la fototerapia dermatológica y la fototerapia de luz para trastornos afectivos estacionales y otros trastornos del estado de ánimo. Los tratamientos se basan en longitudes de onda específicas y en la intensidad y duración de la exposición.

En neonatología, la fototerapia se utiliza para reducir los niveles de bilirrubina no conjugada. Emplea luz azul, típicamente en el rango de 420–470 nm, administrada mediante dispositivos deLED o fluorescentes colocados alrededor del cuerpo del recién nacido. La bilirrubina absorbe la radiación y se transforma en compuestos que se excretan más fácilmente. El procedimiento se realiza con el bebé desnudo o cubierto solo con una diaper y con protección de los ojos; se controla la temperatura, la hidratación y los niveles de bilirrubina para ajustar la duración diaria, que suele ser de varias horas.

En dermatología, la fototerapia utiliza UVB de banda estrecha (aprox. 311–313 nm) o UVA1, y, en algunos casos, PUVA (psoralen más UVA). Se indica para psoriasis, dermatitis atópica y vitíligo, entre otras condiciones. Las sesiones son progresivas para evitar quemaduras y se deben vigilar efectos secundarios como eritema, fotoenvejecimiento y mayor riesgo de cáncer de piel con exposiciones prolongadas. Se evitan en embarazo y en pacientes con fotosensibilidades graves.

La fototerapia de luz para trastornos afectivos estacionales utiliza luz visible de alta intensidad, alrededor de 5,000–10,000 lux, usualmente por la mañana durante 20–60 minutos diarios durante varias semanas. Es importante usar lámparas sin UV y consultar a un profesional ante antecedentes de manía o bipolaridad.