fotoenvejecida

La fotoenvejecida es el estado de una fotografía que ha sufrido deterioro con el tiempo, o el efecto estético de envejecimiento aplicado intencionadamente a una imagen. El envejecimiento afecta tanto al soporte como a la capa sensible y a los pigmentos, y depende del tipo de material, de su fabricación y de las condiciones de almacenamiento y exposición.

Entre los soportes más comunes se encuentran el papel de albúmina, el papel con emulsión de gelatina y plata, y los procesos colorantes de la fotografía, que envejecen de maneras distintas. Los factores que provocan el deterioro incluyen la luz (especialmente la ultravioleta), la temperatura y humedad elevadas o fluctuantes, contaminantes ácidos u oxidantes, y el manejo inadecuado. También pueden intervenir humedad, moho, insectos y disolventes presentes en el ambiente o en el embalaje.

Los síntomas típicos son el amarillamiento o decoloración del papel, manchas tipo foxing, craquelado o fragilidad del soporte, pérdida de contraste y de color en las imágenes, y deterioro de tintas o emulsiones. En fotografías modernas a color, la inestabilidad de los colorantes puede provocar decoloración con tonos anómalos (rojizos, verdosos o marrones).

La conservación preventive requiere condiciones ambientales estables (temperatura moderada y humedad controlada), iluminación adecuada, almacenamiento en materiales de archivo sin ácido, manipulación con guantes y, cuando corresponde, intervención profesional para estabilizar, limpiar o restaurar la imagen. En la era digital, el término también se usa para describir efectos de envejecimiento simulados mediante filtros y ajustes de color, para lograr una estética retro.