estereotipos

Los estereotipos son creencias generalizadas y simplificadas sobre los atributos de los miembros de un grupo. Se basan en la categorización social y en procesos de representación mental que simplifican la complejidad de la realidad. Aunque pueden facilitar la toma de decisiones en contextos de incertidumbre, suelen ser inexactos o incompletos y permiten atribuciones excesivas a las personas a partir de su pertenencia a un grupo.

Los estereotipos se aprenden mediante socialización, exposición mediática y experiencias personales limitadas. Se manifiestan en forma explícita, cuando la gente afirma abiertamente una idea, o implícita, cuando influyen en juicios y comportamientos sin un cuestionamiento consciente. Pueden referirse a atributos como etnia, género, edad, clase social, profesión o religión. Pueden ser positivos o negativos; incluso los estereotipos "positivos" pueden justificar expectativas rígidas y limitar la autonomía individual.

Sus efectos pueden ser prejuicio y discriminación, así como sesgos en la percepción, el aprendizaje y la memoria. También se han descrito fenómenos como la amenaza del estereotipo, cuando el rendimiento de las personas se ve afectado por la presión de cumplir una idea estereotipada. En sociedades diversas, los estereotipos influyen en políticas, medios de comunicación y relaciones interpersonales.

La crítica señala que los estereotipos reducen la variabilidad entre y dentro de los grupos, promueven el sesgo de confirmación y pueden resistirse al cambio. Para mitigarlos, se recomiendan enfoques educativos, exposición a ejemplos representativos, estrategias de pensamiento crítico y políticas que fomenten la representación diversa y la interacción entre grupos. En la investigación, se distinguen estereotipos explícitos e implícitos y se estudian mediante herramientas psicológicas y sociológicas.