eslabones

Eslabones es la palabra que designa cada elemento individual que forma una cadena. Un eslabón es un lazo articulado que se conecta con otros lazos para dar flexibilidad y transmitir fuerzas a lo largo de la cadena. En ingeniería, los eslabones suelen ser de metal, especialmente acero o acero inoxidable, aunque también pueden ser de plástico o compuestos. Su forma más común es circular u ovalada; el tamaño y el espesor determinan la resistencia y la carga que puede soportar la cadena. Se fabrican mediante forjado, troquelado o mecanizado, y suelen incorporar pernos o pasadores para permitir el giro entre eslabones.

Las cadenas formadas por eslabones se usan para transmitir potencia y movimiento en maquinaria (transmisiones por cadena), para elevación y arrastre, y en sistemas de seguridad. En joyería, los eslabones permiten crear collares y pulseras y pueden adoptar configuraciones como aro, figaro o italiano, entre otras, con fines estéticos y de peso.

En un sentido más amplio, la metáfora de la cadena aplica cuando se describen secuencias de elementos interconectados: cada eslabón representa un componente en una cadena de suministro, de custodia o de procesos bioquímicos y sociales.

Históricamente, las cadenas de metal aparecieron en la antigüedad y se desarrollaron durante la Revolución Industrial, con aceros de alta resistencia que ampliaron las aplicaciones y prolongaron la durabilidad. El mantenimiento de los eslabones incluye inspección regular, sustitución de las piezas desgastadas y protección contra la corrosión mediante recubrimientos o lubricantes. Un fallo en un eslabón puede comprometer toda la cadena, por lo que la inspección y la sustitución temprana son prácticas estándar.