diminutivos

Diminutivos son formas morfológicas que expresan tamaño reducido, afecto, cercanía o menor intensidad respecto de la palabra base. En muchas lenguas, especialmente las de la familia romance, se crean mediante sufijos y, menos frecuentemente, por palabras independientes. En español, los diminutivos se forman principalmente añadiendo sufijos como -ito/-ita, -cito/-cita, -illo/-illa, -ico/-ica, -uelo/-uela, entre otros. Por ejemplo, casa → casita, perro → perrito, niño → niñito. El diminutivo concuerda en género y número con el sustantivo base: casa casita (femenino singular), libro librito (masculino singular).

Semántica y uso: además de indicar tamaño, los diminutivos denotan afecto, cercanía o familiaridad; también pueden suavizar una solicitud, o, en ciertos contextos, ironía o menosprecio. En algunos casos, el diminutivo puede generar una nueva palabra con matiz distinto al original, como “pequeño” frente a “pequeñito” o “cafecito” para indicar una porción o bebida.

Variación y otros idiomas: los diminutivos no son exclusivos del español. En portugués existen -inho/-inha; en italiano -ino/-ina o -etto/-etta; en francés -et/-ette; en catalán -et/-eta; en griego -akis/-aki. La formación y el grado de afecto varían según la lengua, el contexto y la región.

En síntesis, el diminutivo es un recurso léxico común para modular significado emocional, tamaño y tono en el discurso cotidiano.