delineador

El delineador, o delineador de ojos, es un producto cosmético utilizado para definir y realzar la mirada al trazar una línea de color a lo largo de la línea de las pestañas y, a veces, sobre la línea de agua. Se presenta en diversas formulaciones y colores, desde negro clásico hasta tonos más claros o vibrantes.

Se fabrica en varias formas: lápiz (retractil o de madera), gel, líquido, crema y pluma. Los lápices pueden afilarse o recambiar; los geles y cremas se aplican con brocha, mientras que los líquidos ofrecen trazos finos y precisos. También existen versiones impermeables y de larga duración.

Para su aplicación, prepara la piel alrededor de los ojos con una base o corrector y, si es posible, con un primer para ojos. Dibuja trazos cortos y continuos a lo largo de la línea de las pestañas desde el centro hacia afuera; para un delineado más grueso, añade capas ligeras. Un delineado alado extiende la mirada. En la línea inferior se recomienda usar poco producto para evitar un aspecto cargado; para un look más suave, difumina ligeramente con un pincel o con una sombra a juego.

La remoción se realiza con un desmaquillante para ojos o agua micelar y un algodón suave. Revisa la fecha de caducidad; no compartas productos para reducir el riesgo de infecciones. Quienes usan lentes de contacto deben evitar que el producto entre en contacto con el ojo y seguir instrucciones del fabricante.

En la historia, distintas culturas emplearon productos similares; el kohl del antiguo Egipto es considerado precursor del delineador moderno. En el siglo XX surgieron los delineadores en lápiz y, posteriormente, formulaciones de gel y líquido, con mejoras en duración y resistencia al agua.