lápiz

Un lápiz es un instrumento de escritura o dibujo cuyo elemento activo es una mina de grafito, habitualmente cubierta por dos piezas de madera. Aunque existen variantes mecánicas, el lápiz de grafito es el más utilizado para escribir y dibujar. También hay lápices de colores y otros modelos especializados.

El núcleo está formado por grafito triturado y arcilla, mezclados en diferentes proporciones para ajustar la dureza. Las minas blandas dejan trazos oscuros con menos presión; las duras producen líneas más claras y finas. En la clasificación estándar se usan letras como H (duro), B (blando) y HB (término medio); variaciones como 2B, 4H, etc., indican diferentes graduaciones.

El grafito se inserta entre dos trozos de madera y se sujeta con un adhesivo para formar el cuerpo. La madera típica es cedro, apreciado por su facilidad de afilar y su fragancia; también se utilizan otras maderas o cuerpos sintéticos. El extremo se afila para exponer la mina; algunos modelos presentan colores para indicar la dureza o el uso.

Los lápices de grafito se emplean para escritura, boceto y dibujo técnico. Los lápices de colores añaden pigmentos para colorear en artes plásticas. Los lápices mecánicos, con minas reemplazables, permiten trazos muy finos y recargas frecuentes; suelen combinarse con gomas de borrar, reglas y otros útiles de precisión.

Los orígenes del lápiz moderno se asocian al siglo XVI, cuando se identificó un depósito de grafito en Borrowdale, Inglaterra. A partir de ese material se desarrollaron los primeros lápices de madera. En la industria actual, la producción es global y está sujeta a normas de seguridad y sostenibilidad, como manejo de la madera y reciclaje de componentes.