angiotomografia

La angiotomografía es una técnica de imagen médica que visualiza vasos sanguíneos mediante la tomografía y el uso de contraste. Puede referirse a la angiotomografía computarizada (CTA) o a la angiotomografía por resonancia magnética (MRA). Estas modalidades producen imágenes tridimensionales de las arterias y venas, útiles para el diagnóstico y la planificación terapéutica.

En la CTA, se administra un medio de contraste iodado y se adquieren imágenes en la fase arterial, a menudo con sincronización de la inyección mediante bolus tracking. En la MRA, se emplean contrastes basados en gadolinio o, en algunos protocolos, técnicas sin contraste; se obtienen secuencias que permiten visualizar la vasculatura con alta resolución sin radiación.

Indicación: la angiotomografía se utiliza para la evaluación de aneurismas, estenosis, oclusiones, malformaciones arteriovenosas, disecciones y traumatismos vasculares, así como para la planificación de intervenciones endovasculares y el estudio de ictus o isquemia. También se aplica en exploraciones prequirúrgicas en cabeza y cuello, tórax, abdomen y pelvis.

Ventajas y limitaciones: la CTA ofrece amplia cobertura y rapidez, pero implica exposición a radiación y uso de contraste iodado, con riesgo de nefropatía o reacciones alérgicas. la MRA evita radiación y, en general, presenta menor riesgo de nefropatía con gadolinio, aunque puede tener contraindicaciones y artefactos. La angiografía por sustracción digital (DSA) es más invasiva, pero proporciona la máxima resolución y dinámica; la angiotomografía, no invasiva o mínimamente invasiva, complementa en muchos casos a la DSA.

Estado actual: desde las últimas décadas, la CTA se ha convertido en una herramienta de primera línea para la evaluación vascular, mientras que la MRA ofrece una alternativa eficiente cuando la radiación o el contraste iodado deben evitarse; la elección depende del territorio vascular y de factores renales y tecnológicos.