anemómetro

Un anemómetro es un instrumento destinado a medir la velocidad del viento. En meteorología se utiliza para cuantificar la velocidad del flujo atmosférico en un punto, y a menudo se complementa con una veleta para registrar la dirección. Los datos de velocidad del viento se expresan comúnmente en metros por segundo (m/s), kilómetros por hora (km/h), millas por hora (mph) o nudos.

Existen varios tipos. Los mecánicos incluyen el anemómetro de copas, que detecta la velocidad por la tasa de giro de copas; y el anemómetro de veleta, que utiliza una hélice o pala para medir presión dinámica. Los térmicos, como el hot-wire o el hot-film, miden la caída o el cambio de temperatura de un filamento calentado, que depende del flujo de aire. Los ultrasónicos envían pulsos de sonido y miden el tiempo de llegada entre transductores para determinar la velocidad del viento. Hay también anemómetros láser y de efecto Doppler en instalaciones especiales.

Principio básico: cada tipo transforma la energía cinética del viento en una señal eléctrica o en un valor que puede añadirse a una unidad de registro. La calibración y el mantenimiento son esenciales para asegurar la precisión, y los datos suelen ser corregidos para condiciones de turbulencia y estelas de otros dispositivos.

Usos: redes meteorológicas, aeropuertos, navegación marina y generación de energía eólica. En observatorios y estaciones automáticas, los anemómetros se integran con instrumentos para registrar la dirección, la temperatura y la presión, formando conjuntos de adquisición de datos.

Historia breve: los primeros dispositivos mecánicos se desarrollaron en el siglo XIX y experimentalmente han evolucionado hacia sensores electrónicos modernos y sistemas de medición sin contacto con tecnología ultrasonica o láser.