ahorros

El ahorro es la parte de la renta disponible que no se gasta en consumo inmediato y se reserva para usos futuros. En términos generales, describe la acción de acumular recursos para enfrentar imprevistos, financiar metas o simplemente mantener una reserva de seguridad. El ahorro puede realizarse a nivel personal, familiar o institucional, y puede combinarse con la inversión para obtener rendimientos. A diferencia de la inversión, cuyo objetivo es generar ganancias, el ahorro se caracteriza por conservar capital y, en muchos casos, mantener liquidez.

Los ahorros se pueden clasificar según su liquidez y la forma de almacenamiento. El ahorro líquido se realiza en cuentas de ahorro, efectivo o instrumentos de alta liquidez. Otros vehículos incluyen depósitos a plazo, bonos de corto plazo y certificados de depósito, que ofrecen rendimiento limitado pero permiten conservar el capital. También existen ahorros orientados a metas específicas, como planes de pensiones o cuentas de retiro, que buscan beneficios fiscales o un crecimiento a largo plazo.

Entre las funciones del ahorro destacan la protección ante gastos imprevistos, la financiación de objetivos futuros (educación, vivienda, jubilación) y la reducción de la vulnerabilidad frente a shocks económicos. Las personas suelen ahorrar mediante presupuestos, control de gastos y la automatización de aportes periódicos.

A nivel macroeconómico, el ahorro es una fuente de capital para la inversión. El ahorro privado y el ahorro público componen el ahorro nacional, que determina la disponibilidad de fondos para inversiones productivas. La educación financiera facilita la planificación, la evaluación de riesgos y la elección de instrumentos adecuados para los objetivos de ahorro.