Rehabilitadora

Rehabilitadora es un término en español que se emplea para referirse a una profesional de rehabilitación, y cuando corresponde se utiliza la forma femenina para describir a una mujer que participa en procesos de rehabilitación para restablecer o mejorar la función física, cognitiva o social de personas que han sufrido una enfermedad, lesión o discapacidad.

Las funciones de una rehabilitadora pueden incluir evaluar las necesidades de la persona, diseñar e implementar planes de rehabilitación, colaborar con un equipo multidisciplinario, aplicar intervenciones terapéuticas o de apoyo, monitorizar el progreso, educar al paciente y a su familia y adaptar entornos para favorecer la independencia. Dependiendo del marco profesional y la jurisdicción, el rol puede abarcar la rehabilitación física, ocupacional, del lenguaje y la comunicación, cognitiva, emocional o vocacional, así como la rehabilitación social o comunitaria.

Los entornos de trabajo incluyen hospitales, centros de rehabilitación, clínicas, escuelas, programas comunitarios y atención domiciliaria. En muchos países, el uso específico de la denominación varía: puede referirse a una terapeuta, una trabajadora social, una enfermera especialista o una auxiliar de rehabilitación, entre otros, y los requisitos educativos dependen de la legislación local.

En general, la formación puede implicar un grado o diploma en áreas relacionadas con la rehabilitación (por ejemplo, fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia, psicología, enfermería, trabajo social) o certificaciones para roles de apoyo. La rehabilitación busca aumentar la autonomía, la participación y la calidad de vida de las personas con discapacidad o con limitaciones funcionales.